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Dice Ester de Izaguirre:

La poeta Maria Luz Fernández Llamazares sabe plasmar en sus cuadros imágenes visuales y nos deja, en este bellísimo libro, la prueba de que también es una verdadera artista en esta costumbre salvadora de plasmar imágenes poéticas.

"la han dejado desierta
Argentina del mundo
Pero quizás
En un atardecer
Ensoñemos
Alguna carabela
bogando
por el mar
de la esperanza"

Del libro: Sin Pasados ni agonías.

Maria Luz nació en Buenos Aires. Es autora de tres libros de poemas: Poemas Inconscientes I (1977), Poemas Inconscientes II (1979) y Piedra Amarga (1982).
Integró la Comisión de Prensa y Comisión del IV Simposio Internacional de Literatura "Literatura e Identidad Latino americana Siglo XX" organizado por el I.L.C.H.
Es miembro de la Asociación Americana de Poesía que preside Ester de Izaguirre.
Concurrió al seminario Antígona.
Como pintora asistió al Taller de Nazario Pugliese. Desde 1975 a 1982 tuvo como maestro a Rubén Daltoé. Realizó el curso de "Introducción a la Creatividad" en el Museo Sívori, bajo la dirección del maestro Emilio Renart, y concurrió al Taller de Renart buscando su especialización.

Asiste también al taller de Felipe Noé. Se perfecciona en dibujo con Marino Santamaría y Leo Vinci. Intervino en muestras colectivas en el ateneo Popular de la Boca, Museo Sívori, Círculo de Bellas Artes, Galería Praxis con el grupo Gen, en el Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires y en la S.A,A,P.
Ha realizado numerosas muestras individuales. Sus obras se encuentran en la Fundación Banco Boston, en el Museo de La Manzana de las Luces y en colecciones privadas en Estados Unidos, España y Buenos Aires.
Obtuvo premios en diversos concursos entre ellos: Primer Premio Concurso de Manchas auspiciado por la Municipalidad de Buenos Aires. Medalla de Plata otorgada por el Museo Sívori.
Es profesora y Maestra Especial de Música (especialidad piano) e intervino en varios conciertos en entidades culturales de prestigio.
La poeta Maria Luz Fernandez Llamazares sabe plasmar en sus cuadros imágenes visuales y nos deja, en este bellísimo libro, la prueba de que también es una verdadera artista en esta costumbre salvadora de plasmar imágenes poéticas.